¿Qué ocurrirá al degustar un oloroso o un palo cortado al son del violonchelo?, instrumento, cuya tesitura es igual a la voz humana y especialmente capaz de crear emociones. Un estudio realizado por la universidad británica de Heriot Watt, concluyó que el sabor del vino, se puede transformar dependiendo de la melodía con la que se escuche. Las bases de este estudio se sitúan en la teoría cognitiva, que ya establecía, que la música estimula áreas específicas del cerebro, preparándolo, para que responda de cierta manera ante el vino y favorezca su paladar.
El tono místico de la obra de Bach, el aroma español de Gaspar Cassadó, y las notas de color de Azul y Jade, de Iris Azquinezer, hechizarán nuestros sentidos, la belleza de la bodega, su frescura, su olor y su historia, se funden con el sabor de sus vinos y el sonido del chelo.
“Iris Azquinezer es una excelente chelista y un músico extaordinario que con su libertad creadora e interpretativa garantiza una velada hechizante”. Suzana Stefanovic
“De vez en cuando, hay discos que surgen de la nada y soprenden por su bello atrevimiento. Azul y Jade, el primer registro de Iris Azquinezer, cumple con las dos condiciones”.
Stefano Russ omanno (ABC cultural)
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Preludio de la II Suite de Bach en Re menor
SUSASÍ (Iris Azquinezer-Anne Kalinic)
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